Por ello os voy a dejar dos proyectos muy interesantes premiados el año pasado en el BID, un texto de Manuel Estrada sobre el compromiso del diseño con el desarrollo equitativo de la sociedad.
En la segunda década del siglo XXI, la generalización de la
cultura y la economía globales está dibujando un nuevo mapa del diseño. Europa,
cuna del diseño y de su nacimiento como disciplina, ha ejercido, junto a Estados
Unidos, el papel central en el desarrollo de esta profesión con algunas pequeñas
excepciones geográficas. Este protagonismo empieza a estar hoy más repartido.
La aparición de nuevas potencias emergentes, con China a la
cabeza, y la generación de una nueva visión multifocal del mundo, ligada a la circulación
transversal de información, aceleradas por la eclosión de las nuevas tecnologías,
trazan las líneas de una nueva geografía del diseño. Ciudades como Sao Paolo o
México DF, como Madrid o Buenos Aires, como Río de Janeiro, Lisboa o Barcelona,
son algunos de los nudos de una nueva red. Hablar hoy de la nueva realidad del
diseño es imposible sin hablar de Iberoamérica.
El diseño tampoco está al margen de este tiempo de turbulencias económicas,
que nos están obligando a replantear algunos de los parámetros que han guiado
nuestra vida económica durante las últimas décadas. No vale el mercado como
único valedor del éxito o el fracaso empresarial o el predominio excesivo de la
economía financiera sobre la real. Son necesarias nuevas ideas y nuevas
prácticas económicas que nos permitan mantener y generalizar los niveles de
bienestar sin poner en peligro nuestros niveles de convivencia. Economía y
diseño guardan hoy una relación tan estrecha que no podemos hablar o actuar
sobre una sin hacerlo sobre la otra. En ambas, se hace necesario volver a poner
en primer plano algunos valores humanistas que han jalonado los mejores logros y
momentos de nuestra civilización.
En nuestro campo, esto implica resituar a las personas y no a los
objetos como destinatarios finales y verdadero objetivo del diseño. Y
contemplar, desde el arranque de la propia actividad proyectual, los valores de
la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, como ingredientes, desde
ahora, indispensables de toda actividad productiva.
Por eso hay que promover una práctica del diseño y de su gestión
que potencien el desarrollo de los pueblos y de las sociedades de manera más equilibrada.
Valorar las ideas solidarias teniendo en cuenta, desde el mismo nacimiento del
diseño, las capacidades diferentes y creando una nueva cultura del diseño para
todos. Ideas todas que, desde el primer encuentro del Comité asesor de la
Bienal Iberoamericana de Diseño y en la propia Declaración de Madrid, han
estado alentando las dos primeras ediciones de la BID y explican algunas de las
novedades de esta tercera edición.
Iberoamérica es una realidad compleja que agrupa a países muy
diferentes entre sí. Por su tamaño, por su población y por sus recursos
económicos. Pero los cuatrocientos proyectos de los veintitrés países que se
incluyen en la exposición central de la BID, entre los que por primera vez está
Haití como país invitado, muestran una realidad del diseño llena de matices y
de energía.
Un diseño que refleja una economía emergente y una cultura sólida.
Un diseño que además, encarna muchos valores de los que nuestra región y nuestro
mundo necesitan para transitar por el siglo XXI.
Siempre hemos defendido los diseñadores, para promover la utilidad
económica del diseño, que good design is good business. Ahora empieza a ser
necesario añadir otro lema: buen diseño es buen futuro.
Manuel
Estrada
Presidente ejecutivo de la BID
Presidente de DIMAD
DOS PREMIOS EN PICTOGRAFÍA
MAPEO COLECTIVO
Trabajo colaborativo en mapas y planos
cartográficos. A partir del diseño y mediante la socialización de saberes no
especializados y experiencias cotidianas de los participantes, se generan una
serie de herramientas que permiten compartir conocimientos para la
visualización crítica de las problemáticas más acuciantes del territorio,
identificando responsables, conexiones y consecuencias. Esta mirada se amplía
en el proceso de rememorar y señalar experiencias y espacios de organización y transformación.
Cliente: Autoproducción
2012
Diseño gráfico
TODO LO QUE SUBE
Campaña integral sobre el mal uso de las
armas. Su objetivo es comunicar e informar al grupo al que va dirigida sobre
sus actos y los efectos producidos. Con una línea minimalista e iconográfica, busca
ser directa y explícita mostrando las consecuencias de los disparos hechos al
aire.
Cliente: ERAS Guatemala
(Elisa Reyes Asociación Contra los Disparos al Aire) 2012
Diseño gráfico
Otto René Mansilla Gularte
Para acabar os dejo un referente de Pepe
muy interesante que entronca perfectamente con el tema de la estilización.